La desigualdad en la riqueza es aún mayor para población indígena

Bruselas, 15 jul. 2004 (EFE).-

La desigualdad en la distribución de la riqueza que caracteriza a América Latina afecta en mayor medida a la población indígena, según el último informe de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que preconiza respetar la identidad cultural como requisito para el desarrollo

El documento, que se presenta en Bruselas, indica que los indígenas de esa región son más proclives a la pobreza, su esperanza de vida es menor y tienen peor acceso a servicios básicos que el resto de la población.

Hay aproximadamente 300 millones de indígenas, repartidos en más de 70 países, de los cuales 50 millones viven en América Latina, donde representan el 11 por ciento de la población total.

Aunque en países como Argentina son minoritarios, en otros como Bolivia o Guatemala, representan más de la mitad de la población total.

El informe muestra una brecha en la esperanza de vida de algunos países, que en Guatemala es de trece años entre la población indígenas y la no indígena, en Panamá de 10 años y en México de 6.

Esa brecha también aparece en el nivel de pobreza, de manera que en Bolivia afecta a un 64 por ciento de la población indígena, frente al 48 por ciento de la no indígena, mientras que Perú la proporción es del 79 y el 50 por ciento, respectivamente, y en México del 81 y el 19 por ciento.

En muchos lugares, el gasto público en "servicios sociales discrimina a las minorías y los pueblos indígenas", según el informe que cita como ejemplo Brasil, donde el Gobierno gastó 7 dólares per cápita en atención sanitaria para la población indígena frente a los 33 dólares de gasto promedio en el país.

En México, hay 79 camas hospitalarias y 96 médicos por cada 100.000 personas a nivel nacional, pero en áreas donde más de dos quintas partes de la población es indígena solo hay 8 camas y 14 médicos.

Otro área con deficiencias es la educación y, si bien se ha extendido la enseñanza bilingüe en algunos países, por lo general carece de financiación pese a que los estudios demuestran los beneficios que tiene para las poblaciones indígenas, especialmente en educación primaria, explicó a EFE Stefano Pettinato, uno de los autores del informe.

El documento clasifica a 177 países en función de su nivel de desarrollo humano, medido no solo en términos de ingreso per cápita, sino también por los avances en educación y su esperanza de vida.

Dentro de Latinoamérica, Argentina se coloca el primero de la lista en el puesto 34, seguido de Chile (43), Costa Rica (45), Uruguay (46), Cuba (52) y México (53), todos ellos en el grupo de países con desarrollo humano alto.

Con desarrollo humano medio aparece el resto: Panamá (61), Venezuela (68), Brasil (72), Colombia (73), Perú (85), Paraguay (89), República Dominicana (98), Ecuador (100), El Salvador (103), Bolivia (114), Honduras (115), Nicaragua (118) y Guatemala (121), mientras que Haití queda entre los de desarrollo bajo, en el puesto 153.

Brasil y Colombia retroceden siete y nueve puestos, respectivamente, respecto al informe del año pasado, pero, según Ricardo Fuentes, experto en estadística del informe, las tablas no con comparables porque este año se han incluido dos países nuevos y las cifras son objeto de un ajuste continuo.

Con cifras comparables, algunos países como Argentina registran un ligero descenso de su índice de desarrollo como consecuencia del menor ingreso por habitante.

No obstante, "todos los países de América Latina han presentado un crecimiento estable del índice de desarrollo desde 1975, que se sitúa por encima del promedio mundial", indicó Fuentes.

El informe pone énfasis en la necesidad de respetar las diferencias culturales de pueblos indígenas y minorías, y proteger sus derechos.

Eso implicaría, según Pettinato, no sólo el reconocimiento de estas culturas desde el punto de vista legislativo, sino también prácticas comerciales justas, especialmente en la explotación de recursos naturales y conocimientos tradicionales.

También requiere la adopción de sistemas legales tradicionales, que sean compatibles con la ley nacional, allí donde ésta no llega, como en zonas rurales de Guatemala.

Fuente: Starmedia.com, 15 de julio de 2004.