Entrevista a Jimmy Massey, ex 'marine' de EEUU*

"He participado en una mentira diabólica"

Paul Rockwell**

CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 28 de mayo de 2004

'Sacramento Bee' (EEUU), 16 de mayo de 2004

Traducidos para CSCAweb por Sinfo Fernández

"Hubo un incidente con uno de los coches. Disparamos sobre un individuo que tenía levantadas las manos. Consiguió salir del coche. Estaba herido de gravedad. Le 'freímos'. No sé quién de nosotros empezó a disparar primero. Uno de los marines vino corriendo hasta donde estábamos y dijo: "Has disparado a un hombre que tenía las manos en alto". 'Macho', había olvidado todo eso"

Durante casi 12 años el sargento Jimmy Massey fue un marine de corazón duro. A lo largo de tres años se dedicó a entrenar a sus compañeros mediante uno de los más crueles rituales de adoctrinamiento militar que se puede llevar a cabo en un campo de este Cuerpo. La guerra de Iraq cambió a Massey. La brutalidad, la carnicería absoluta que ha supuesto la invasión estadounidense, le tocó en la conciencia, transformándole para siempre. Fue licenciado de forma honorable con separación total del servicio el 31 de diciembre del pasado año y ha regresado ahora a su ciudad natal, Waynsville, Carolina del Norte. Cuando hablé con Massey la pasada semana, me comunicó sus remordimientos por la pérdida de vidas civiles en los incidentes en que se vio implicado.

Pregunta (P.): Has estado durante 12 años en el cuerpo de 'marines'. ¿Cuándo te enviaron a Iraq?

Respuesta (R.): Llegué a Kuwait alrededor del 17 de enero del pasado año [2003]. Participé en la guerra [contra Iraq] desde que comenzó la invasión.

P: ¿Crees que es conveniente que la gente conozca tus experiencias como 'marine'?

R: [La gente] tiene que conocer los motivos del levantamiento iraquí contra la ocupación estadounidense. Tienen que saber que hemos matado a mucha gente inocente. Creo que los iraquíes pensaban al principio que los muertos formaban parte de la guerra. Pero según fue transcurriendo el tiempo, la ocupación ha humillado profundamente a los iraquíes. Y no han visto por parte alguna ningún tipo de apoyo humanitario.

P: ¿Qué experiencias han sido las que te han vuelto en contra de la guerra y te han hecho abandonar el Cuerpo?

R: Yo estaba al mando de un pelotón de artilleros y de lanzadores de misiles. Nuestro trabajo era ir a determinadas áreas de las ciudades y ocuparnos de la seguridad en las carreteras. Hubo un incidente en particular -y muchos más- que realmente me llevó hasta el borde del precipicio. Afectó a un coche que llevaba civiles iraquíes. Todos los informes de inteligencia que nos llegaban decían que los coches iban cargados con bombas y explosivos. Esa era la información que recibíamos de la inteligencia. Los coches llegaban a nuestros controles y hacíamos algunos disparos de advertencia; cuando no detenían su marcha, los freíamos.

P: ¿Los 'freíais'?, ¿quieres decir que disparabais con las ametralladoras?

R: Exactamente. Esperábamos que hubiera explosiones al acribillar cada coche. Pero nunca oímos nada. Bien, acerca del coche al que me estaba refiriendo, no lo destrozamos completamente, y un hombre que estaba en él me miró y dijo: "¿Por qué has matado a mi hermano? No hemos hecho nada.". Eso me dejó muy mal.

P: ¿Hablaba inglés?

R: Sí.

P: Bagdad estaba siendo bombardeada. Los civiles intentaban escapar, ¿no es así?

R: Sí. Recibían los panfletos y la propaganda que les arrojábamos y que decía "Sólo tienes que levantar las manos y abandonar las armas". Eso es lo que estaban haciendo, pero nosotros los estábamos friendo. No tenían uniformes. Nunca encontramos ningún arma.

P: ¿Viste los cuerpos y las víctimas?

R: Sí, en primera fila. Yo ayudé a arrojarlos a una fosa [común] [1].

P: ¿En qué período tuvo lugar todo esto?

R: Durante la invasión de Bagdad.

"¡Por el buen Dios que los 'freímos'!"

P: ¿Cuántas veces estuviste en esos controles de ametrallamiento?

R: Cinco veces. Fue en la ciudad de Reja. Aquel hombre al que me refería estaba conduciendo una furgoneta robada. No paró. Nosotros estábamos siempre listos para apretar el gatillo, así que realmente no le dimos muchas oportunidades. ¡Le freímos, por el buen Dios! Entonces inspeccionamos la parte de atrás de la furgoneta. No encontramos nada. Ni un explosivo.

P: Los informes dicen que los coches iban cargados con explosivos. ¿En todos los incidentes que presenciaste era ése el caso?

R: Nunca, ni una sola vez. No hubo explosiones secundarias. Además, ametrallamos una manifestación después de escuchar un tiroteo esporádico.

P: ¿Una manifestación?, ¿dónde?

R: En los alrededores de Bagdad. Cerca de un complejo militar. Había manifestantes al final de la calle. Eran jóvenes y no tenían armas. Y cuando avanzamos había ya un tanque que estaba aparcado a un lado de la calle. Si los iraquíes hubieran querido hacer algo podían haber volado el tanque. Pero no lo hicieron. Sólo estaban manifestándose. Abajo, al final de la calle, vimos algunos [lanzadores] RPG [de granadas huecas] alineados contra la pared. Eso nos hizo sentirnos bien porque pensamos: "Bien, si fueran a dispararnos, lo habrían hecho ya".

P: ¿Había signos de protesta en inglés y en árabe?

R: En los dos idiomas.

P: ¿Quién dio la orden de ametrallar a los manifestantes?

R: El alto mando. Nos dijeron que no perdiéramos de vista a los civiles porque muchos fedayines [combatientes] de la Guardia Republicana se habían quitado los uniformes, se habían puesto ropas de civiles y estaban desencadenando ataques terroristas contra los soldados estadounidenses. Los informes de inteligencia que nos daban eran conocidos básicamente por cada miembro de la cadena de mando. Todos los marines teníamos muy clara la estructura de la cadena de mando que se organizó en Iraq. Yo creo que la orden de disparar a los manifestantes vino de altos funcionarios de la Administración, eso incluía tanto a los centros de inteligencia militar como gubernamental.

P: ¿Qué tipo de armamento emplearon?

R: M-16 y ametralladoras del calibre 50.

P: ¿Disparaste sobre entre seis y 10 niños? ¿Los liquidasteis a todos?

R: Oh, sí. Bueno, tuve piedad de un chaval. Cuando aparecimos trató de esconderse detrás de un pilar de hormigón. Le vi y levanté el arma, y él alzó las manos. Huyó. Yo le dije a todos "No disparéis". La mitad de su pie le colgaba por detrás. El chaval corría con la mitad de su pie cortado.

P: Después de ametrallar la manifestación, ¿cuándo tuvo lugar el siguiente incidente?

R: Probablemente una o dos horas después. Aquello fue tremendo. Me siento aliviado de estar hablando contigo porque había tratado de olvidarlo todo.

P: Bien, aprecio que me des información porque ha debido ser muy duro volver a recordar los detalles penosos.

R: Es verdad. Para mí es una especie de terapia. Porque es algo que había reprimido durante mucho tiempo.

P: ¿Y el incidente?

R: Hubo un incidente con uno de los coches. Disparamos sobre un individuo que tenía levantadas las manos. Consiguió salir del coche. Estaba herido de gravedad. Le freímos. No sé quién de nosotros empezó a disparar primero. Uno de los marines vino corriendo hasta donde estábamos y dijo: "Has disparado a un hombre que tenía las manos en alto". Macho, había olvidado todo eso

Uranio empobrecido y bombas de racimo

P: Has mencionado ametralladoras. ¿Qué puedes contarnos sobre bombas de racimo o uranio empobrecido?

R: Uranio empobrecido... sé bien lo que provoca. Es como si dejaras abandonadas pistolas de plutonio por los alrededores. Tengo 32 años. Y sólo conservo el 80% de mi capacidad pulmonar. Tengo dolor de cabeza todo el tiempo. No me siento como debería sentirse un hombre saludable de esa edad.

P: ¿Estuviste cerca del uranio empobrecido?

R: Oh, sí. Está por todas partes. El uranio empobrecido está por todo el campo de batalla. Si le das a un tanque, sale polvo de uranio de él.

P: ¿Respiraste algo de ese polvo?

R: Sí.

P: Si el uranio empobrecido te está afectando a ti o a nuestras tropas, está afectando también a los civiles iraquíes.

R: Oh, sí. Tienen un gran problema de tierra yerma.

P: ¿Tomaban precauciones los 'marines' cuando manejaban uranio empobrecido?

R: No, que yo sepa. Bueno, si se hace blanco en un tanque, las tropas se detienen durante un rato mientras se aseguran que no aparecen señales o síntomas. Los tanques estadounidenses llevan a los lados [su blindaje revestido de] uranio empobrecido, y los proyectiles lo llevan también en su interior. Si un vehículo enemigo le da, el área se contamina. En la tierra quedan círculos de muerte. La población civil está justo ahora empezando a saber algo sobre el problema. Incluso yo no sabía nada sobre uranio empobrecido hace dos años. ¿Sabes cómo averigüé algo?: leí un artículo en la revista Rolling Stone; y empecé a preguntar sobre el tema y me dije "¡Hostia!".

P: Las bombas de racimo son también motivo de controversia. Las Agencias de Naciones Unidas están pidiendo que se prohíban. ¿Tenías conocimientos sobre las bombas de racimo?

R: Uno de los marines de mi batallón perdió la pierna por un ICBM [2].

P: ¿Qué es un 'ICBM'?

R: Una bomba de racimo que sirve para objetivos múltiples.

P: ¿Qué ocurrió?

R: Pisó una. No nos entrenaron acerca de las bombas de racimo hasta un mes antes de que yo les dejara.

P: ¿Qué tipo de entrenamiento?

R: Nos contaron cómo eran y nos advirtieron para que no las pisáramos.

P: ¿Estuviste en alguna zona donde fueron lanzadas?

R: Oh, sí. Estaban por todas partes.

P: ¿Las lanzaban desde el aire?

R: Desde el aire y desde la artillería.

P: ¿Eran lanzadas lejos de las ciudades o dentro de ellas?

R: Eran usadas por todas partes. Ahora bien, si le preguntas a un oficial artillero de marines, te dará la respuesta políticamente correcta. Pero en general están por todas partes.

P: ¿Incluso dentro de los pueblos y ciudades?

R: Si, si penetras en una ciudad las bombas de racimo también entrarán.

P: Las bombas de racimo son armas anti-personas. No tienen precisión. No dañan los edificios ni los tanques. Sólo a las personas y a los seres vivos. Hay un montón de proyectiles sin detonar que lo harán cuando los combates hayan terminado.

R: Una vez que el cartucho sale del tubo la bomba de racimo tiene mente propia. Siempre hay errores humanos. Voy a decirte que las Fuerzas Armadas están allí, en sitios concretos, y las víctimas civiles que están provocando no se van a poder ocultar. Los iraquíes lo saben. Yo oigo informes de mis compañeros dentro de los marines de que ha habido alrededor de 200 civiles asesinados en Faluya. Los militares están tratando de ocultarlo. Yo creo que Faluya está cubierta de cuerpos de víctimas civiles.

Periodistas 'empotrados'

P: ¿Cómo responden los periodistas 'empotrados' [3]?

R: Yo tenía periodistas empotrados en mi unidad, no en mi batallón. Tuvimos uno que era un reportero sudafricano. Estaba aterrado. Tuvimos un episodio en el que uno de ellos quería largarse a casa.

P: ¿Por qué?

R: Fue cuando iniciamos la marcha hacia Bagdad. Se trastornó al empezar a ver víctimas civiles en los alrededores de Bagdad.

P: Me gustaría volver al primer incidente, cuando el superviviente te preguntó por qué habías matado a su hermano. ¿Fue ese el incidente que te puso al límite, como has mencionado?

R: Sí. Más tarde averigüé que esas cosas ocurren habitualmente. Hablé con mi comandante después del incidente. Vino a verme y me dijo: ¿Estás bien?. Le contesté: "No, hoy no es un buen día. He matado a un racimo de civiles". Él contestó: "No, hoy es un buen día. Hemos matado a un buen montón de civiles". Y añadió: "No, hoy ha sido un buen día". Y cuando le oí decir eso, pensé "Oh, Dios mío, ¿en qué infierno me he metido?".

P: Tus sentimientos cambiaron durante la invasión. ¿Qué pensamientos tenías antes?

R: Yo era como cualquier otro soldado. Mi presidente me dijo que ellos tenían armas de destrucción masiva, que Sadam [Husein] amenazaba al mundo libre, que con todo eso podía alcanzarnos en cualquier lugar. Y yo me lo tragué.

P: ¿Qué te cambió?

R: Las muertes civiles que íbamos provocando. Eso fue lo que marcó la diferencia. Eso fue por lo que yo he cambiado.

P: ¿Las revelaciones de que el gobierno había fabricado las pruebas para lanzarse a la guerra afectaron a las tropas?

R: Sí. Yo maté a gente inocente para nuestro gobierno. ¿Para qué?, ¿qué es lo que hice?, ¿dónde están las consecuencias positivas? Siento que he participado en una especie de mentira diabólica, que he sido un juguete en manos de nuestro gobierno. Me siento confundido, avergonzado de todo ello.

Confrontación con los superiores

P: Entiendo que todos esos incidentes -matar civiles en los controles, los dedos destrozados en la manifestación- pesen sobre ti. Pero, ¿qué sucedía con tus oficiales de mando?, ¿cómo tratabas con ellos?

R: Hubo un episodio. Fue justo tras la caída de Bagdad, cuando retrocedíamos por el sur. En los alrededores de Kerbala tuvimos una reunión matinal para ver el plan de combate. Yo no me encontraba bien. Todas aquellas cosas daban vueltas por mi cabeza -qué era lo que estábamos haciendo allí. Algunas cuestiones que mis soldados estaban planteando. Yo me lo estaba guardando todo dentro. Mi teniente y yo empezamos a hablar. La conversación me estaba haciendo mucho daño. Y estallé. Le miré y le dije: "¿Sabes? Honestamente siento que estamos haciendo algo malo aquí: estamos cometiendo un genocidio". Él me preguntó algo y yo le dije que con los muertos civiles y con el uranio empobrecido que estábamos dejando no íbamos a tener que preocuparnos por los terroristas. No le gustó que le dijera eso. Se puso de pie y se marchó alterado. Y supe muy bien allí y en ese momento que mi carrera había terminado. Yo estaba hablando con mi comandante.

P: ¿Qué sucedió entonces?

R: Después de hablar con mi comandante jefe yo me convertí en una especie de apestado. Me pusieron casi prácticamente bajo arresto. No hablé con los otros soldados. No quise herirlos. No quería perjudicarles. Quiero ayudar a la gente. Me siento muy seguro de ello. Tenía algo que contar. Cuando fui enviado de regreso al país fui a ver al brigada. Se encarga de 3.500 marines. "Señor", le dije. "no quiero dinero. No quiero ningún beneficio. Se están equivocando en lo que están haciendo". Era sólo una cuestión de convicción personal. He tenido una carrera impecable. Elegí abandonarla. ¿Y sabes de quien me avergüenzo? Me avergüenzo del presidente de EEUU. Me avergüenzo de él porque dijo que Iraq tenía armas de destrucción masiva. Era mentira.

 

 

Notas de CSCAweb:

1. Fosas comunes de víctimas civiles, milicianos y soldados iraquíes excavadas por militares estadounidenses fueron particularmente numerosas tras el asalto al aeropuerto internacional de la capital y barrios adyacentes de la periferia sur de la ciudad, así como en la zona de penetración por el este de la capital. El Pentágono no ha permitido aún la exhumación de los cadáveres en ellas contenidos.

2. El uso de bombas de racimo está documentado en el Informe elaborado por los brigadistas del Estado español presentes en Bagdad durante la invasión (véase: Informe: 'Evaluación de los ataques contra población civil de Bagdad llevados a cabo por los gobiernos de EE.UU., Reino Unido y países aliados entre los días 20 de marzo y 5 de abril de 2003', también editado - Crímenes de guerra, ataques contra población civil de Bagdad (libro). Véase asimismo la demanda presentada ante el Tribunal Penal Internacional contra el gobierno Blair por un grupo de juristas internacionales: 'Informe de la investigación sobre la comisión de supuestos Crímenes de Guerra por las fuerzas de la coalición en la guerra contra Iraq de 2003': La demanda contra el gobierno Blair presentada ante el TPI - 'Report of the Inquiry into the Alleged Commission of War Crimes by Coalition Forces in the Iraq War during 2003'

3. El término periodista empotrado hace referencia a aquellos miembros de medios de comunicación que cubren los conflictos armados, en este caso la invasión de Iraq, dentro de unidades militares. Seleccionados cuidadosamente por el Pentágono de EEUU o el ministerio británico de Defensa, habitualmente entre los corresponsales acreditados en ambos países, son aleccionados por medio de cursillos antes incorporarse a la unidad a la que han sido destinados, que en ningún caso será de primera línea de ataque. La figura es muy criticada en los medios informativos.

Fuente: Postalesdelsur.net, 28 de mayo de 2004.