Un pequeño grupo de compañeros se va sin discutir...

Autor: Dirección Nacional del PTS

Fecha: 13/5/04

Fuente: LVO 139

Extractos de la carta de la Dirección Nacional del PTS – 2 de mayo del 2004

Recibimos una carta de renuncia a nuestro partido una veintena de compañeras y compañeros, en su mayoría universitarios muy nuevos en nuestras filas. Tomaron una decisión equivocada, a apenas dos semanas de presentadas sus posiciones, inmediatamente publicadas para todos los militantes, desechando la instancia democrática de un Congreso que estábamos preparando en común.
¿Qué los motivó a emprender este rumbo equivocado en tan corto plazo? Opinamos que la ofuscación por no haber podido convencer a la inmensa mayoría de los militantes los llevó a retirarse sin defender sus convicciones hasta el final.
Este grupo es encabezado por un dirigente estudiantil muy importante en nuestra organización, Martín Ogando, y por un publicista destacado de nuestra dirección, Jorge Sanmartino. (...) nosotros, al igual que ellos, no tenemos la menor recriminación de tipo moral y los consideramos valiosos compañeros y honestos revolucionarios.
Nuestro partido tiene la tradición - a veces no correspondida -, distinta de otras corrientes de izquierda, de no ensuciar la trayectoria de las personas que difieren transitoria o permanentemente con nuestras posiciones políticas. (...) No es porque seamos "buenos" y los demás grupos de izquierda sean "malos". Es el reflejo interno de un aspecto programático fundamental: la defensa incondicional de la democracia obrera, de la libertad de tendencias en todas las organizaciones de masas y por ende, también en un partido revolucionario. Esto no es una mera enunciación, (...) en Zanon bajo gestión obrera, donde el Secretario General del Sindicato Ceramista es dirigente de nuestro partido y donde tenemos responsabilidad fundamental, la asamblea es absolutamente soberana y la libertad de tendencias que apoyen la lucha es plena. (...) Nosotros creemos, como decía Trotsky - que supo luchar nada menos que contra el monstruo estalinista -, que es difícil ser minoría (...). Sin embargo, eso no es motivo suficiente para darle la espalda a ninguna organización y mucho menos si es democrática.
(...) en una Conferencia a principios de marzo, reconocimos que (...) todavía debíamos recorrer un largo camino para dotarnos de un auditorio más amplio para nuestras ideas y una inserción mayor en los bastiones de la clase obrera industrial y de los grandes servicios, que son estratégicos para toda política marxista. Nadie puede pensar en construir un partido obrero revolucionario (...) sin estar insertado hoy y dirigir en el futuro el cordón de las siderúrgicas con sus miles de obreros; las grandes concentraciones de la alimentación; los grandes nudos de transportes; las terminales portuarias; las centrales eléctricas, del gas y el petróleo, es decir, los millones de obreros industriales y de los servicios.
(...) combatimos la concepción facilista de otras corriente de izquierda que pretenden resolver el duro trabajo de insertarse, estructurarse, ser parte de la vida de la clase obrera, mediante la administración de los planes de asistencia social del estado y sobre esta base crear colaterales propias de cada organización partidaria. Por eso estamos levantando (...) la necesidad de formar un Movimiento Unico de Trabajadores Desocupados con libertad plena de tendencias y donde de la administración de los planes no esté en manos de los militantes de la izquierda sino mediante delegados rotativos. (...) No creemos en atajos para superar la marginalidad de la izquierda marxista.
Este desafío que todos los militantes del PTS han asumido con pasión, quizás haya sido lo que provocó el disgusto de los compañeros cuyas propuestas conducían a mantener el viejo PTS (...). Un planteo conservador que no fijaba, como tarea central, marchar resueltamente a conquistar nuevas posiciones en la clase obrera. (...)
La segunda idea que los camaradas han intentado defender es la de diluir el internacionalismo revolucionario de los trabajadores cediendo a un internacionalismo "anticapitalista" vago. (...) fuimos la primer organización en la Argentina que hicimos un acto para reivindicar la llamada ‘batalla de Seattle’. (...), cuando el movimiento no global y su ala anticapitalista estaba en ascenso, convocamos una conferencia juvenil anticapitalista tratando de construir una corriente marxista revolucionaria en su seno. En Brasil nuestra joven corriente hermana confluyó con decenas de jóvenes provenientes de ese movimiento. Hoy, cuando el mayor dispositivo contrarrevolucionario del mundo, el ejercito norteamericano, se encuentra con graves problemas políticos en Medio Oriente, impulsamos centralmente un programa antiimperialista consecuente. (...) En todos los casos lo hicimos sin travestirnos ni de islámicos ni de populistas ni de anticapitalistas en general, sino desde nuestra definición de comunistas obreros internacionalistas. (...) Es clave refundar la gloriosa IV internacional que fundó León Trotsky (...). Detrás de las banderas "anticapitalistas" en general se esconden los reformistas que, como Evo Morales en Bolivia, cogobierna de hecho con Mesa y se transforma en un formidable obstáculo para (...) los heroicos trabajadores y campesinos bolivianos.
(...) El PTS, a diferencia de otras corrientes de izquierda, permite hacer grupos de opinión, tendencias y fracciones no solo en los períodos pre-congreso, sino cada vez que aparecen diferencias políticas que lo ameriten. De hecho, en esta oportunidad, llamamos a un congreso especial (...) No es que el PTS no puede aceptar un grupo de compañeros que difieran con su política. Son los compañeros, lamentablemente, quienes no pueden aceptar una discusión para votar un curso central, que incluso contemple tener minorías disidentes. (...) en vez de una discusión franca y honesta, prefirieron aislarse de la militancia de los obreros y estudiantes del PTS sin responder uno solo de los argumentos de los dos documentos que en este corto periodo de tiempo sacó la dirección y nuestra corriente internacional. Estos documentos están a disposición de todo compañero de la vanguardia obrera y juvenil que lo solicite, ya que nosotros hemos militado conscientemente contra los "partidos iglesia" donde las diferencias internas se ocultan. (...)1
(...) Frente a la idea de los compañeros de reencontrarnos en un futuro indeterminado, les formulamos tres propuestas para el presente:
A – Proponemos, contrariamente a la tradición del resto de la izquierda, que el compañero Martín Ogando siga ocupando el cargo en el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, cargo al que el compañero accedió como representante de nuestra agrupación En Clave Roja en el frente Oktubre.
B – Proponemos seguir publicando hacia el congreso y al interior de nuestra organización las respuestas que los compañeros eventualmente hagan a nuestras posiciones y organizar la discusión en los ámbitos que propongan, incluso públicamente.
C – Por último los invitamos a venir a nuestro congreso, con plenas garantías de intervención, para tratar de convencer de sus posiciones independientemente de que persistan con la idea de hacer un grupo propio.
Esperamos que acepten estas propuestas para continuar las relaciones fraternales y el debate político interrumpido.

1Nos vemos obligados a hacer una pequeña digresión sobre nuestra ruptura / expulsión del viejo MAS de los 80. (...) es falso que no teníamos diferencias políticas sustanciales para romper con el MAS. Esa es la versión oficial de aquella vieja dirección que estalló en mil pedazos a principios de los 90. Incluso, alguien que precisamente no simpatiza con nuestras ideas, como Luis Zamora, supo reconocer que nuestra lucha política en mayo del 88 fue una anticipación de los brutales cambios que se estaban produciendo en la arena política internacional. Fuimos la única corriente en nuestro país que anunció el inicio un proceso revolucionario en el este y terminó en el colapso de la URSS y denunció el acuerdo que el MAS se disponía a reiniciar con el estalinista Partido Comunista. Es increíble que después de 15 años los compañeros reduzcan nuestra lucha internacionalista a un mero problema de régimen y que eso es lo que nos llevó a romper con ese partido. (...) Más aún, hasta el último día antes de fundar el PTS, hicimos una discusión con la dirección del MAS proponiéndoles que si nos daban una página en su periódico íbamos a un congreso común. Esto no era porque queríamos hacer un grupo por el grupo mismo, sino crear una corriente de opinión para convencer a su multitudinaria militancia y simpatizantes, y eventualmente modificar el curso que llevaba a la liquidación del partido como finalmente ocurrió.

Fuente: Pts.org.ar, 13 de mayo de 2004.