Conmoción mundial por las fotos de torturas a prisioneros iraquíes

En menos de 48 horas, medios de EE.UU. y Gran Bretaña publicaron imágenes horrorosas sobre el tormento

causado por soldados aliados a sus prisioneros. Ahora se supo que cumplían órdenes superiores.

Ana Baron. WASHINGTON Y PARIS. CORRESPONSALES.

 

El escándalo originado por las fotos de torturas y maltratos a prisioneros de guerra iraquíes en Bagdad está creciendo vertiginosamente en todo el mundo. Todo indica que los abusos no fueron hechos aislados perpetrados sólo por los 17 soldados estadounidenses implicados. Ahora hay testigos que afirman que las torturas fueron permitidas por las autoridades militares de la cárcel donde se encontraban los prisioneros, y por los civiles, la gran mayoría agentes de inteligencia encargados de interrogarlos.

Pero el problema para los aliados se agravó ayer. A la divulgación de las imágenes donde se comprueba la práctica de torturas por los norteamericanos y cuya autenticidad fue admitida por el Pentágono, ahora se suman los abusos de los soldados británicos. Varias fotos publicadas por el Daily Mirror horrorizan a Gran Bretaña y al mundo.

El presidente pro tempore de la Unión Europea, el irlandés Bertie Ahern, durante las ceremonias por la ampliación del bloque (ver págs. 24/25) dijo: "Estamos espantados por las fotografías... por el trato inhumano" y demandó respeto a los prisioneros.

Una imagen muestra a un militar inglés en uniforme y de espaldas orinando a un iraquí encapuchado, detenido por un supuesto robo en Basora. Otras fotos muestran una feroz paliza de otros soldados a un prisionero y golpes en los testículos con un fusil. El diario relata cómo, durante ocho horas, un prisionero de 18 o 20 años fue molido a patadas, golpeado con rifles y bastones de madera en la cabeza, orinado y le hicieron sentir en su boca el cañón del arma, en un simulacro de fusilamiento.

Las imágenes fueron entregadas al diario por dos soldados británicos del Regimiento de la reina en Lancashire. Uno de ellos habría participado en los abusos, pero finalmente tuvo piedad por el detenido, que un oficial ordenó lanzar a una cuneta ya moribundo. Fuentes cercanas al regimiento dijeron a la BBC que dudaban de la veracidad de las fotos ya que las armas y los uniformes de los soldados les sugieren que no fueron tomadas en Irak.

Según el Daily Mirror, un prestigioso medio laborista pero opuesto a la guerra, el soldado que entregó las fotos contó que el prisionero sangraba desde las primeras heridas. Se había orinado y vomitado. Lo subieron a un camión, donde le sacaron las fotos. "Le sacamos la capucha y le dimos un poco de agua y un descanso de 10 minutos. El sólo podía hablar unas pocas palabras: 'No, Mister, No, Mister', repetía. Yo hice menos que los otros. Pero me uní a ellos. Yo y mi amigo nos calmamos. Después comenzaron de nuevo. El había perdido los dientes. No podía hablar. "En ese momento, el oficial entró y dijo que se desprendieran del detenido".

Mientras Gran Bretaña se recupera del impacto, el ejército norteamericano reconoció que utilizan a los soldados reservistas para preparar "física y psicológicamente" a los prisioneros para el interrogatorio. Uno de los acusados, el sargento Chip Frederick dijo a la cadena CBS que, con el "estilo" que utilizaban, los prisioneros "cantaban" muy rápidamente.

El prestigioso periodista Seymour Hersh, famoso por haber revelado la masacre provocada por EE.UU. en la aldea de Mi-Lay durante la guerra de Vietnam, confirmó ayer en The New Yorker que Frederick escribió a su familia en enero cuestionando algunas cosas. "Los servicios de inteligencia militar nos transmitieron la consigna de mantener a los prisioneros aislados, desnudos o casi. Sin baños ni agua corriente, sin ventilación ni ventanas durante al menos tres días".

A medida que se van conociendo los detalles, la perplejidad de los norteamericanos aumenta. Incluso quienes vienen apoyando la guerra de Irak están absortos. El presidente George Bush, consciente de que su reelección está en juego, salió el viernes a condenar el maltrato a los prisioneros.

"Comparto con todos el enorme disgusto por el trato que recibieron", dijo en la Casa Blanca. Pero su popularidad está en descenso. Una encuesta realizada por The New York Times y la CBS reveló que el apoyo a la ocupación de Irak bajó 11 puntos.

Las fotos divulgadas por la CBS muestran a un prisionero iraquí encapuchado, con dos electrodos conectados a sus manos y parado sobre una caja de raciones para prisioneros. Según la denuncia, al prisionero se le dijo que si se bajaba de la caja iba a ser electrocutado. En otra se ve a varios prisioneros iraquíes desnudos y obligados a subirse unos encima de otros, en una pirámide humana, mientras soldados norteamericanos ríen y se burlan de ellos.

Las fotos de los soldados de Basora horrorizan a Gran Bretaña pero no a los ex detenidos republicanos católicos, acusados de ser del IRA en Irlanda del Norte, ya que esta es la clase de tratamiento que siempre denunciaron haber recibido de parte de los británicos en el Ulster, pero nunca hubo fotos para atestiguarlo.

"Si está probado, este comportamiento repugnante no respeta los elevados criterios del ejército británico y sus autores son indignos del uniforme de la reina", dijo el general Michael Jackson, un veterano paracaidista en el Ulster y máximo oficial británico. Downing St., la residencia del primer ministro Tony Blair, suscribió "completamente las declaraciones del general" y el Ministerio de Defensa confirmó que se están investigando 8 casos de abusos de iraquíes.

El trato a los prisioneros recuerda el que daba Saddam Hussein a sus propios prisioneros en la misma cárcel Abu Ghraib. La encargada estadounidense de la cárcel, la general Janice Karpinsky, ha sido acusada de falta de liderazgo, lo que habría conducido a los abusos. Ella también sostiene que recibían ordenes para hacerlo.

El sargento Frederick fue acusado de actos indecentes, asaltos y otras vejaciones. "No teníamos ningún apoyo, ningún entrenamiento.Yo continuamente le preguntaba a mi comandante sobre ciertas cosas... como reglas, regulacionespero simplemente no nos las daban", intentó disculparse Frederick, quien era oficial de una prisión de Virginia cuando fue reclutado para la guerra de Irak como reservista

Según el sargento, participaban en los interrogatorios agentes de la CIA, del FBI y otros de inteligencia. "Todos elogiaron el trabajo que estábamos haciendo", dijo. "Los ayudábamos a hacerlos hablar por la manera con que los manejábamos. Tenían un índice de información muy alto. con nuestro estilo de hacerlos "cantar", en general "cantaban" a las pocas horas.

Los interrogadores no han sido acusados pese a que, sin duda, son también responsables. El abogado defensor de Frederick, Gary Myers, dice que su cliente jamás tendría que haber sido acusado, porque fueron los comandantes de la prisión quienes no les dieron a los chicos entrenamiento apropiado.

"El elixir del poder, el creer que estaban ayudando a la CIA... Por Dios, si uno viene de un pequeño pueblo rural en el medio de Virginia eso es totalmente tóxico", dijo Meyrs a la CBS.

Fuente: Clarin, 2 de mayo de 2004.