El jefe de la Armada calificó a la ESMA de "símbolo de barbarie"

El almirante Godoy dijo que ese lugar fue usado para ejecutar hechos "agraviantes a la dignidad humana y a la ley". Y admitió que la Armada lo cederá para el Museo de la Memoria anunciado por el Presidente.

Guido Braslavsky. .
gbraslavsky@clarin.com

 

En un fuerte discurso, el jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy, reconoció ayer que la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) fue utilizada "para la ejecución de hechos calificados como aberrantes y agraviantes a la dignidad humana, la ética y la ley, para acabar convirtiéndose en un símbolo de barbarie e irracionalidad".

"Así como no puede ocultarse el sol tras un harnero, no pueden esgrimirse argumentos válidos para negar o excusar la comisión de hechos violentos y trágicos en ese ámbito. Hechos que nadie podría justificar, aun en las gravísimas circunstancias vividas", afirmó Godoy.

El jefe de la Armada habló ayer en la conmemoración del 147º aniversario de la muerte del almirante Guillermo Brown. Fue un discurso muy meditado, en el que la Fuerza aceptó ceder las instalaciones de la ESMA, luego de la tensión que produjo el anuncio presidencial de convertir ese lugar —por donde pasaron unos 5.000 detenidos-desaparecidos— en Museo de la Memoria.

Según pudo saber Clarín de fuentes navales, el texto se preparó durante dos semanas y fue consensuado con el almirantazgo. Finalmente fue el propio presidente Néstor Kirchner, según afirman sus colaboradores, el que le hizo algunas correcciones. Resultó notable que, aunque estuvo en el corazón del mensaje la palabra "ESMA", ésta nunca fue mencionada.

Lo cierto es que en 21 años de democracia ningún jefe naval había llegado tan lejos en el reconocimiento del rol que le cupo a la Fuerza durante los años de plomo. Aunque en contextos muy distintos, el mensaje recordó la "autocrítica" que realizó el general Martín Balza en 1995, seguida poco después por un tibio "mea culpa" del entonces jefe naval, almirante Enrique Molina Pico.

Godoy dijo que compartía "plenamente" el pensamiento del Gobierno nacional, de que "sólo en la Justicia y en la verdad podrá obtenerse el ansiado y pleno reencuentro de la sociedad". Sostuvo que la Armada no puede "tolerar el apartamiento de los principios éticos y jurídicos" y que por eso, la Fuerza "rechaza categóricamente tales actos".

Conceptualmente, el mensaje tuvo un segundo aspecto que los marinos consideran fundamental y sin el cual no se entendería la autocrítica de ayer. Godoy buscó plantear el rol de la Armada hacia el futuro, y reclamó un mayor protagonismo. Por eso dijo que "no se puede pensar en el porvenir, ni construir en el presente, permaneciendo prisionero del pasado". Y afirmó que la Armada tiene "el deseo y la decisión" de participar "del modo más amplio en la construcción" del país.

Apenas terminó de hablar el jefe naval, el ministro de Defensa, José Pampuro, buscó sumar en esta línea. Elogió la "valentía" del mensaje y "la posición de avanzar hacia una nueva Argentina y una nueva Armada". Dijo además que la cuestión del museo "está en evaluación" y que la Armada "ha venido colaborando para buscar una buena solución" ya que, dijo, en la ESMA "hay muchas unidades educativas que es importante mantenerlas".

Sostuvo además que el discurso fue "un reconocimiento a la política de derechos humanos" del presidente Néstor Kirchner.

La ceremonia se hizo a un costado del Edificio Libertad. Con Pampuro estuvo el viceministro de Defensa, Jaime Garreta. También se vio a los ex jefes navales Molina Pico, Jorge Anaya, Ramón Arosa y Joaquín Stella.

No cayeron bien las palabras de Godoy entre un grupo de marinos retirados, que muy discretamente enfilaron hacia la salida cuando promediaba el discurso.

Con sutileza, Godoy aclaró que la cesión de la ESMA no agrada a la Armada. Habló del "disenso" en democracia y sostuvo que "no siempre los actos políticos de gobierno coinciden con las aspiraciones de todos". Pero abogó para que se pueda obtener "la ansiada reconciliación".

Fuente: Clarin, 4 de marzo de 2004.