Alca: el espejo mexicano

Por Juan Carlos Junio

No hay mejor argumento en contra del Alca que analizar los resultados de ese "Alca chico" que acaba de cumplir diez años: el Nafta, el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México. En especial, las consecuencias que tuvo para México, el más pobre y atrasado de los tres.

Centenares de miles de campesinos mexicanos han quebrado a causa de los subsidios a los granos estadounidenses. Lo mismo que las pequeñas y medianas empresas, sobre todo las dirigidas al mercado interno. En ese esquema, los campesinos prácticamente no tienen ningún acceso al crédito.

En años anteriores, México crecía a una tasa anual del 3 por ciento por habitante. En los diez años de vigencia del Nafta, la tasa se redujo a un tercio: el uno por ciento. Los salarios reales cayeron y la pobreza se redujo apenas el 0,2 por ciento anual. En contra de las promesas, las diferencias de ingreso entre Estados Unidos y México aumentaron casi el 11 por ciento.

Lejos de convertirse en una economía independiente, México se va transformando día a día en un apéndice de la economía estadounidense. Ni siquiera ha funcionado bien el libre comercio entre los dos países, debido a las barreras no arancelarias que Estados Unidos impone habitualmente a los productos mexicanos. Y como es obvio, el Nafta nunca previó el libre movimiento de mano de obra, que habría mejorado mucho más la integración que la libre circulación de capitales.

Es esto mismo lo que pretende Estados Unidos con su propuesta del Alca: vía libre en América Latina para sus capitales y sus productos. Sin admitir lo recíproco, porque lo que busca es que todo el continente sea su subordinado. Ni siquiera admite discutir los subsidios agrícolas, cuya eliminación es, justamente, uno de los reclamos principales de los países latinoamericanos. Y por supuesto de la Argentina.
Suele decirse ahora con acierto que el Alca es el plan colonizador desde Alaska a Tierra del Fuego. En esta enorme y riquísima extensión, los capitales de la gran potencia del mundo arrasarán a nuestras pymes, a nuestros trabajadores y a nuestras riquezas naturales, concentrando más aún, y en forma definitiva, sus ganancias y su poder. Como la muñeca brava, "quieren tener repleto su monedero para patinarlo de norte a sur".

Fuente: Acciondigital.com.ar, 15/02/2004.