CON LOS PIQUETEROS
CONTRA LOS TARIFAZOS Y EL FMI

Que el árbol no oculte al bosque
La febril hostilidad contra el movimiento piquetero en las últimas dos semanas tiene objetivos inconfundibles.
Animado desde el gobierno y desde todos los sectores a sueldo de los capitalistas sin excepción, la finalidad de esos ataques no es, de ningún modo, defender el negocio de los comerciantes de la avenida Paseo Colón.
Nada demuestra eso mejor que la espantosa suba de los alquileres comerciales durante el verano.
El objetivo neto y claro de la nueva campaña anti-piquetera es desviar la atención de la población y de los trabajadores frente a la nueva capitulación del gobierno ante el FMI.
Ahí está la designación de los bancos que van a negociar el pago de la deuda vieja.
Ahí está el aumento de tarifas de gas, luz, transporte - y la inminencia de otros tarifazos (para que las privatizadas paguen sus deudas fraudulentas a los bancos).
Ahí está la aprobación a libro cerrado (al mejor estilo menemista) que se apresta a dar el Congreso a la nueva reforma laboral.
Estamos ante una versión clonada de la ley Banelco.
La plata del soborno ha servido para comprar, no una sino dos leyes.
No debe sorprender tampoco el método prepotente para imponerla: Kirchner ya dictó, en ocho meses, sesenta decretos de necesidad y urgencia.
Un gobierno que pasa por encima del Congreso, el cual, además, le es completamente adicto, es un gobierno de camarilla.
Pero una cámara oportuna, otra vez, ha registrado que quienes agredieron a taxistas y peatones en la avenida de Mayo, son punteros de Ibarra y de Kirchner.
Que se movilizan, naturalmente, en autos de la policía.
Más precisamente, trabajan para Ariel Schiffrin, ex jefe del bloque de la Alianza en la Legislatura y ex miembro del gabinete de Ibarra, que se pasó al kirchnerismo en la disputa de éste con el gobierno de la Ciudad.
Los ‘piqueteros’ de la 9 de Julio han sido punteros electorales de Ibarra y de Kirchner en las últimas campañas.
Actuaron al servicio de una provocación montada por sus patrones, Kirchner e Ibarra, contra el movimiento piquetero.
Ahora - como lo informó Clarín el miércoles - , Kirchner vuelve a buscar la criminalización de la protesta social a través de un juez, sin involucrarse en forma directa.
Llamamos a los trabajadores a tomar nota de la maniobra política montada contra el movimiento piquetero, de sus métodos de provocación para-estatal y de los intereses sociales a los que sirven.
Es necesario que el movimiento piquetero real desarrolle más a fondo aún sus planteos y programa, para combatir con eficacia al gobierno tramposo y convertir a su política de "aislarnos" en un factor de su propio aislamiento.
Viva la jornada del 19 de febrero.
Viva el plan de lucha piquetero.
Viva la Asamblea Nacional de Trabajadores.

Fuente: Prensa Obrera 838, 19/02/2004 (po.org.ar)